Las antenas de telefonía se
caracterizan por ser bi- direccionales (emisión o recepción) de baja potencia.
Además por producir radiación RF, son montadas sobre postes, torres de
transmisión, o en los techos de altos edificios, ya que necesitan estar a
cierta altura para poder tener una cobertura más amplia.
Las antenas de telefonía móvil
suelen instalarse sobre elementos que las elevan como torres o mástiles o
también directamente sobre edificios. En la práctica, se suelen instalar varias
antenas en una ubicación para dar cobertura circular. En la configuración de 3
antenas dirigidas a un mismo sector, sólo emite la antena central, estando
dedicadas las dos laterales únicamente a mejorar la recepción, sin que efectúen
ningún tipo de emisión.
En una antena típica de telefonía
móvil, la emisión radioeléctrica se efectúa hacia el frente y en horizontal, en
forma de un haz sensiblemente plano, y abarca un sector entre 60 y 120 grados.
Las emisiones son casi inexistentes en el resto de direcciones (atrás, abajo y
arriba).
La intensidad de las emisiones
disminuye rápidamente con la distancia.
Son campos que generan las ondas que de
continuo reciben y emite la antena. Los efectos de estos campos hace años que
se están estudiando
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